El lunes

Los documentos clasificados sirven para averiguar de viejos que lo que nos contaron de jóvenes era mentira. En función del tamaño de la mentira se desclasifican a los diez, a los cincuenta o a los cien años. Algunos, suponemos, no salen nunca a la luz, así que, respecto a determinados asuntos, nos vamos a la tumba creyendo que fueron de un modo cuando en realidad sucedieron de otro. Ahora, sin ir más lejos, se acaban de desclasificar unas actas del Fondo Monetario Internacional que dejan en entredicho la actuación del Gobierno de Zapatero en unas reuniones de 2010. Lo contó este periódico entre el domingo y el lunes pasados sin que la revelación haya hecho crujir las costillas de la vida cotidiana. Acostumbrados como estamos a una dieta de información política en la que el 80%, como en las hamburguesas, es mero cartílago, ya nada nos extraña.
Si dentro de cien años, en la hipótesis indeseable de que continuáramos vivos, nos dijeran que Rajoy, por razones que en este momento se nos escapan, fue en realidad un topo al servicio de la causa separatista catalana, no nos sorprendería en absoluto. Debe de haber en alguna caja fuerte un dossier que explique los beneficios que la derecha española espera obtener del crecimiento exponencial del soberanismo, de otro modo no se explica la tenacidad con la que ha alimentado el anticatalanismo latente en España y el separatismo patente en Cataluña. Hay ejemplos a miles, pero lo último ha sido la idea de llamar en su ayuda a la banca, que es la institución más desprestigiada del Estado. Y no ya a la banca, sino al mismísimo Luis Linde, que viene actuando desde su nombramiento como el jefe de un sindicato amarillo en una empresa de vertidos tóxicos. A ver qué nos cuentan el lunes.
Tema: Incomprensión ante la actitud de Rajoy frente a los soberanistas catalanes

Resumen: Los documentos clasificados demuestran cuando se desclasifican que muchas informaciones que se nos daban eran en realidad falsas. No sería extraño que se descubriera que Rajoy es un agente encubierto de los nacionalistas catalanes porque no se entiende su actitud frente a esta cuestión y que haya pedido ayuda a la banca, institución muy desprestigiada.
 Organización de ideas:
1. Los documentos clasificados demuestran que nos mienten
Cuando se desclasifican, los documentos aportan datos que se han ocultado al público.
Ejemplo: documento del FMI sobre el gobierno de Zapatero
Esta noticia se ha perdido en la vorágine de la información diaria.

2. No sería sorprendente que Mariano Rajoy fuese un topo del nacionalismo catalán
Las actuaciones del presidente del gobierno en este tema, según Millás, favorecen a la causa nacionalista

El texto parte de la tesis de que la revelación de documentos clasificados nos descubre que parte de lo que concebimos como real es falso y avanza mediante ejemplos hasta una consecuencia de este planteamiento: es posible que sucesos que damos por reales sean falsos, ejemplificación irónica sobre la campaña elctoral de Rajoy en las elecciones catalanas.

COMENTARIO CRÍTICO

En este texto de Juan José Millás publicado en el País en septiembre de 2015, se entrecruzan dos temas: la existencia de una realidad oculta bajo los documentos clasificados y la política del gobierno en el caso catalán.
En este comentario de texto me ceñiré a lo más general, esto es,  la existencia de documentos clasificados que, tras, 50 años en muchos casos, demuestran que la realidad no era como nos la habían contado los políticos y los medios de comunicación ( a veces víctimas, a veces cómplices de esta ocultación).
A Millás, esta situación parece desasosegarlo, crearle una duda razonable sobre la verdad de las informaciones que ahora están recibiendo y que pueden estar maquillados debido a la existencia de secretos de estado, por lo tanto, no sabemos si conocemos la realidad, o solo apariencia.

Hay un enunciado del texto que me llama poderosamente la atención, cuando el autor habla de una noticia sobre documentos desclasificados que a él le parece importante pero que se ha perdido en medio de una avalancha de datos que, dice Millás, son en su mayor parte cartílago.
Es realmente impresionante la cantidad de información que recibimos cada dia, pero yo no estoy muy segura de que realmente esta avalancha de noticias haga que realmente seamos ciudadanos informados, a veces creo que es incluso perjudicial, porque a veces el efecto multiplicativo de las redes sociales hace que sucesos sin importancia, simples anécdotas se conviertan en tendencia mundial mientras que se presta poco espacio y tiempo a cuestiones quizá no tan impresionantes, divertidas o extravagantes, pero sí básicas y necesarias para crear una sociedad sana, de individuos formados e informados.